El Santuario de San Andrés de Teixido pertenece a la Diocesis de Mondoñedo-Ferrol.

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Se cree que la peregrinación a Teixido comenzó en la Edad de hierro, durante la cultura castreña. Teixido era un bosque druídico de tejos en el que había culto a la muerte, pues se consideraba que era el fin del mundo y punto de embarque de las almas de los difuntos al más allá, y a la fertilidad, en la fuente.

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El Padre Sarmiento se refería, en el año 1703, a este santuario católico como pequeño monasterio del que se tiene constancia desde el siglo XII, bajo la protección de los condes de Trava. En 1196 se lo entregaron a la orden de San Juan de Jerusalén, los cuales tenían su base en Portomarín. Años más tarde el templo pasó a manos de los Andrade de San Sadurniño, familia de la que se conservan sus escudos en la fábrica, junto con la cruz de los Caballeros de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.

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Esta doble dependencia del santuario se configuró como una fuente de conflictos entre los Andrade y el priorato de Portomarín. Contradictoriamente, esta inestabilidad coincidió con una bonanza económica del santuario materializada en la construcción del retablo barroco popular en 1624, llegando a la reedificación del presbiterio en 1665 y la nave en 1785.

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Actualmente se conserva la puerta plateresca del siglo XV, situada al Norte, es la primitiva entrada principal al Santuario en tiempos de los Andrade.

Hasta los años 70 la pared del interior de la Iglesia estaba recubierta de ataúdes, de los que actualmente solo queda uno de un bebe de Ortigueira.

En el Santuario se conserva un relicario con una falange de San Andrés, que se creé fue llevada por los caballeros de Malta en el siglo XVII, a los que perteneció el Santuario hasta el siglo XIX .